sábado, 27 de abril de 2013

La rendición no es una opción.



En la vida como es natural siempre nos caemos siempre hay algo que nos hiere que nos hace tal daño que solo el propio dolor el propio recuerdo hace esa sensación inolvidable, y una vez hay dos opciones o te lamentas por la eternidad o puedes levantarte rehacer tu vida y gritar al mundo que hoy no será el día en el que te des por vencido no que hoy vas a luchar vas intentar que tus sueños se cumplan.

Vas a ir por la calle con una sonrisa dejándole claro al mundo a las personas que hoy no te toca sufrir que no merece la pena que eres mejor de lo que piensas y el algún día esas lagrimas que derramaste aunque se fueron sirvieron para hacerte más fuerte sirvieron hacer latir tu corazón una vez más para que dieras otra oportunidad porque todo el mundo se merece otra oportunidad una segunda demostrando que era mejor de lo que suponía y demostrando que el también puede ser feliz a su modo.

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